¿Cuál es el panorama social y político en el que se mueven los candidatos a la Cámara de Representantes por la Circunscripción de Paz número 4, en Norte de Santander? La contienda se libra entre 14 candidatos del Catatumbo, a través de voto preferente, quienes desarrollan su campaña en las ocho poblaciones que conforman la circunscripción y que, además, son conocidas como municipios con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), es decir, “territorios afectados por el conflicto armado, con mayores índices de pobreza, presencia de economías ilícitas, Zonas Veredales de Transición en los territorios y debilidad institucional”, según el ABC de las 16 curules de paz.
Ante el desconocimiento de las víctimas sobre este mecanismo de representación, de la no apertura de más puestos para la inscripción de cédulas en las veredas y, especialmente, que solo pueden votar aquellos que tienen inscrito dicho documento en zona rural de estos municipios y no en las cabeceras municipales, las comunidades permanecen expectantes a la jornada que se realizará el domingo 13 de marzo.
Organizaciones como la Mesa de Participación Efectiva de las Víctimas del Conflicto Armado en Tibú se han dado a la tarea de ir puerta a puerta, de crear grupos de WhatsApp, de hacer videos (ver video víctimas) para rotar por redes sociales e informar sobre la jornada electoral en las emisoras comunitarias, con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de este proceso.
“La pedagogía ha fallado. La gente no sabe. Los candidatos que no tienen maquinarias y que de verdad le están apostando a trabajar por las víctimas, no tienen dinero para movilizarse. A eso súmele que las vías son horribles; trabajan con las uñas y no tienen padrinos políticos. Por eso hemos apostado por la pedagogía”, explica Lisseth Guerrero, representante de esta organización.